#Nacional 43 años de la noche de los lapices

“No me asusta la amenaza,patrones de la miseria,la estrella de la esperanzacontinuará siendo nuestra.”Victor JaraEn 1976, la última dictadura cívico-militar en nuestro país buscó cortar de raíz con proyectos de transformación radical de nuestra sociedad. El movimiento estudiantil, sobre todo desde el Correntinazo, el Rosariazo y el Cordobazo en adelante, fue un actor central en la lucha por una sociedad igualitaria, tendiendo lazos con el resto de los sectores populares. La desaparición de 30.400 compañeres fue parte de un plan sistemático para cortar de cuajo este proceso.

Entre aquellas decenas de miles de luchadores desaparecides, se encuentran 6 de les 10 estudiantes secuestrades en las jornadas que van del 8 al 21 de septiembre de 1976 en la ciudad de La Plata. Un año antes, fruto de la enorme organizacion gremial y política, habían sido parte de las movilizaciones que le arrebataron al gobierno provincial el boleto estudiantil. Los aparatos de inteligencia de la policía bonaerense, encabezados por Miguel Etchecolatz y en coordinacion con la inteligencia del Ejército, tomaron nota de esto, individualizando a un pequeño contingente bajo la etiqueta de “integrantes de un potencial semillero subversivo”. Les secuestraron, torturaron, asesinaron y desaparecieron a la mayoría, aleccionando con sus vidas al conjunto del movimiento estudiantil. El principal operativo, acontecido la noche del 16 de Septiembre, fue titulado por los mismos verdugos como “la Noche de los Lápices”

A 43 años de la Noche de los Lápices, marchamos para seguir levantando bien alto nuestras banderas. Porque la lucha por una educación de calidad, va de la mano con las multiples luchas que damos para batallar contra toda injusticia, con el conjunto de lxs trabajadores y en particular las mujeres, lesbianas, travestis, trans, maricas, bisexuales, no binaries, negres y comunidades originarias.

A 43 AÑOS ¡LOS LÁPICES SIGUEN ESCRIBIENDO!

BASTA DE JUDICIALIZAR LAS LUCHAS

SEGUIMOS DEFENDIENDO EL DERECHO A LA PROTESTA