Neuquén: Les elefantes y la segunda ola

Les trabajadores autoconvocades de salud de la provincia de Neuquén cortan la rutas de Vaca Muerta en reclamo de mejoras salariales desde hace dos semanas. A través de 20 cortes permanentes rechazan el acuerdo salarial firmado por ATE. En tanto, tras desconocerlos por 40 días, el gobierno provincial ofreció cuatro bonos Covid de 10 mil pesos, rechazados por la asamblea interhospitalaria. El secretario general de ATE llamó despectivamente como “elefante” al movimiento y desde los cortes se apropiaron del término para denominar a un movimiento inédito que pone en jaque la principal fuente de extracción hidrocarburífera del país.

Fotografía: Flor Salto

Desde 2020, nada será igual. La pandemia de COVID-19 vino a trastocar todas las estructuras civilizatorias en las que se asentaba nuestra vida. En su aspecto económico, la crisis sanitaria agravó todos los índices que ya mostraban una situación crítica de la economía global, que obviamente impactó fuertemente en todas las economías nacionales. 

En la provincia de Neuquén, en particular, el parate productivo implicó la caída de miles de puestos de trabajo registrados, así como una enorme retracción del empleo no registrado y trabajo al día. En el segundo semestre de 2020, la pobreza en el aglomerado Neuquén-Plottier superó el 40%, y una de cada diez personas es indigente en la región. Estos números empeoran tanto en la juventud como en las mujeres e identidades feminizadas, sectores golpeados duramente por la pandemia. El aumento de personas trabajando en semáforos o en la venta ambulante, muchas de ellas mujeres y niñes, representan una clara evidencia de esta situación.

De los salarios estatales a los ingresos provinciales

Durante 2020 los salarios de toda la planta estatal estuvieron congelados. Una inflación de 35,66% cristalizó una caída del poder adquisitivo del 26,29%, es decir, les trabajadores estatales perdieron un cuarto de su capacidad de consumo en un año. Por eso, resulta irrisoria la propuesta salarial aceptada por las conducciones burocráticas de ATE y UPCN (y también ATEN, en el caso docente) hasta julio de este año, que alarga por lo menos seis meses este enorme atraso salarial. Pese a que las sumas en negro puedan estirar el aumento de bolsillo a alrededor de 25 o 30 puntos porcentuales, este número sigue estando muy lejos del aumento de precios. La inflación de marzo en la región alcanzó un escalofriante 4,81%, lo que implica un acumulado de 51,17% desde diciembre de 2019, que promete estirarse a cerca de un 70% para julio, momento en que se reabrirían las paritarias estatales.

Por el contrario, la economía provincial mejoró rápidamente en estos meses. El barril de petróleo se ubica por encima de los u$s 60, mientras el presupuesto lo consideraba a u$s 42. Además, los niveles de extracción petrolera están en franca recuperación, como indica el récord histórico de producción del primer trimestre. La renegociación de deuda provincial también ha aportado a holgar las cuentas financieras del Estado. Entonces, el presupuesto 2021 quedó totalmente desdibujado, y no refleja el verdadero margen económico que tiene la provincia. Es falso que el gobierno no puede dar aumentos acorde a la inflación en lo que respecta a las variables macroeconómicas. Sin embargo, el ministro Guillermo Pons ha decidido recortar el peso de los salarios en el presupuesto.

Fotografía: Flor Salto

Las conducciones sindicales y les trabajadores de la salud

Menudo rol cumplieron las conducciones de los sindicatos estatales mayoritarios en este contexto. Quizás fueron embelesadas por las trampas discursivas de les ministres Vanina Merlo y Guillermo Pons, pero más probablemente temieron lo que inevitablemente está sucediendo: un alza en la conflictividad social. El período de amesetamiento de la pandemia y la flexibilización de las medidas que impedían circular redundaron en un cuestionamiento a su inmovilismo durante 2020, así como su pobre actuación en estas paritarias 2021, que cristalizaron el recorte salarial. Este es el motivo central para que las conducciones de ATE, UPCN y ATEN se apuraran a cerrar las negociaciones, incluso antes que SEJuN (firmó un 25% de aumento) y ANEL (un 30%, que a su vez se traslada escandalosamente a les diputades provinciales). Así se entiende el impulso inicial de los cortes que hoy tienen en vilo a la gestión provincial: les trabajadores de la salud rechazaron, en más de veinte asambleas de ATE, el paupérrimo 12% que luego aceptó el secretario general del gremio, Carlos Quintriqueo. 

Ante el menosprecio de su propio gremio, se autoconvocaron en un proceso de asambleas enorme, con alcance a toda la provincia, en reclamo por una verdadera recomposición salarial. La respuesta del gobierno fue la aparición repentina de una indiferencia crónica. Sin embargo, la sociedad neuquina toda sabe de la importancia que tienen les trabajadores de la salud en general, y particularmente en esta emergencia sanitaria. Por eso, por la tenacidad demostrada por las asambleas de autoconvocades de salud y por la indiferencia del gobierno provincial, la lucha fue creciendo hasta lo que es hoy: más de 20 cortes de ruta, un bloqueo casi total a Vaca Muerta y cientos de muestras de solidaridad y acompañamiento por parte de otros sectores de trabajadores y la comunidad en general.

El gobierno primero ignoró, luego ninguneó y ahora busca desacreditar a les trabajadores autoconvocades. Parece que Omar Gutiérrez aún no entendió que nadie puede estar de acuerdo, en este contexto, con que le recorten el salario a quienes son la primera línea que tenemos en el marco de la pandemia. Parece que no vio que la salud pública sigue siendo una reivindicación del conjunto de les trabajadores. Parece que no se enteró de que en cada pueblo hay comprensión, cuidado, apoyo y solidaridad con les autoconvocades. Puede que por esta indiferencia crónica, no hayan visto que era directamente una provocación ofrecer un mísero bono por tres meses de $10.000, amagar a imponerlo por decreto, después no hacerlo, y estirar la negociación para que la propuesta “superadora” sea pagarlo un mes más.

Nunca hubo intransigencia por parte de les trabajadores de la salud. Las medidas inicialmente fueron movilizaciones y paro, con el amparo de la CTA Autónoma, pero ante la falta de respuesta debieron ir profundizándolas. Un punto de inflexión se dio el 2 de abril, cuando les trabajadores decidieron cortar la ruta en Arroyito en el primer día de Semana Santa. La última vez que se había intentado esto, por parte de los gremios estatales, fue el 4 de abril de 2007, día que culminó con el asesinato del compañero docente Carlos Fuentealba, a manos del gobierno provincial de Jorge Sobisch. Ahora, esta intervención fue el puntapié inicial para que el apoyo popular se multiplique y siente un importante antecedente para las luchas que se vienen, en este contexto de acelerada pauperización de nuestras condiciones de vida. El bloqueo de las rutas petroleras y los demás cortes de ruta son entera responsabilidad del gobierno provincial, que condujo el conflicto a este punto, así como será responsabilidad del MPN cualquier acto que perjudique la integridad física de les compañeres que están sosteniendo estas acciones o de cualquier persona que necesite transitar por la provincia.

Fotografía: Flor Salto

Por ahora en un carril paralelo, aparecen los gremios SiProSaPuNe (profesionales) y SEN (enfermeres) que reclaman recomposición salarial desde fines de 2020. Estos gremios fueron descartados por el gobierno en las negociaciones del sector salud tras la firma del Convenio Colectivo de Trabajo, mediante el que las conducciones de ATE y UPCN los desplazaron de las negociaciones. Sin embargo, lejos de buscar confluir con la lucha de les autoconvocades, estos gremios mantienen actividades separadas de las que está promoviendo la Asamblea Interhospitalaria. Desde el SEN prácticamente no hay iniciativa, pese a que cientos de enfermeres están participando de las actividades de autoconvocades. Por su parte, SiProSaPuNe pelea desde fines de 2018 por la sanción de una Ley de Carrera Profesional que apunta al fortalecimiento del agrupamiento profesional del sistema público de salud. Entendemos que no aborda la situación de la inmensa mayoría de trabajadores del sector, que no se encuentran en este agrupamiento, pero creemos que sería progresivo que se sancione esta ley. Sin embargo, nos permitimos disentir con la orientación que la conducción de SiProSaPuNe ha planteado hacia les autoconvocades. Entendemos que existe un enemigo común, que es el gobierno provincial, y un sector cómplice, que es la conducción de ATE y que las diferencias programáticas pueden resolverse en el debate. Por eso, abonamos a la confluencia de todos los sectores de trabajadores que rechazamos el vaciamiento del sistema público de salud y acordamos con la necesidad de una mesa de negociación específica del sector salud.

Crisis del sector en la segunda ola 

Desde mediados de febrero, los casos positivos nuevos en la provincia de Neuquén descendieron a lo largo de un mes, hasta amesetarse en un promedio de alrededor de 125 diarios a mediados de marzo. Diez días más tarde, aproximadamente, esto se expresó también en los números de ocupación de camas UCI (118 el 23 de febrero contra 73 el 25 de marzo) y, claro está, de fallecimientos (~5 diarios la tercera semana de febrero contra ~2 la misma semana de marzo). Esto coincide con la disminución de la circulación producto del fin de la temporada turística. A su vez, el inicio de clases presenciales, que se dio realmente al cierre del paro docente el 17 de marzo, comenzó a expresarse dos semanas después, en estas primeras semanas de abril, con un claro ascenso de los nuevos casos. De un promedio de 91 casos diarios en la semana que cerró el 4 de abril pasamos a tener 172 casos diarios la semana pasada, casi el doble.

Las vacunas han contribuido en general a la mitigación de esta y otras enfermedades a lo largo de nuestra historia. No obstante, el carácter privado de su elaboración, subordinando la salud a los intereses mercantiles de las grandes farmacéuticas, profundiza la desigualdad global sobre la que se reproduce el capitalismo a nivel internacional. La vacunación, a su vez, debe ser acompañada por campañas de donación de plasma y mayor inversión en la elaboración nacional y pública tanto de vacunas como de otros insumos para el tratamiento del COVID-19 (como el suero equino hiperinmune). Por último, es necesaria la estrategia de cierres y aperturas de diversas actividades, pero debe ir apuntada a los lugares donde realmente se producen los contagios. Lejos de las primeras aseveraciones de los gobiernos nacional y provincial, el impacto de las clases presenciales en el transporte público y la circulación en general, así como lo irregular de la aplicación de los protocolos en muchísimos lugares de trabajo, colaboran en el crecimiento de los contagios tanto o más que la falta de responsabilidad individual. Los cierres, además, deben estar acompañados de medidas económicas para paliar la difícil situación de millones de trabajadores que se ven impedides de realizar su labor y el reconocimiento de las tareas esenciales que vienen desarrollando los movimientos sociales.

El crecimiento exponencial de casos en el AMBA los últimos días pone de manifiesto que estamos en vísperas de una segunda ola. El nivel de circulación de abril de 2021 contra abril de 2020 nos indica que el crecimiento de casos será mucho mayor y más rápido que el año pasado. Pese a que esperamos que la campaña de vacunación colabore con un menor nivel de saturación del sistema de salud, debemos prepararnos para un número de contagios mucho mayor que el año pasado, que redundará en una mayor ocupación de camas en los hospitales. A su vez, es innegable el enorme desgaste que han tenido les trabajadores de la salud durante 2020, con licencias suspendidas, recarga horaria y de tareas y, para colmo, en medio de una lucha por condiciones laborales que les obliga a estar en las rutas. No queremos ser catastrofistas, sino que queremos situar la realidad social, económica y política de la provincia en un contexto bien particular.

Este contexto sanitario es el que sintetiza la importancia de una respuesta inmediata a las demandas de les trabajadores de la salud. El gobierno intenta responder, en las últimas horas, con medidas que apenas si rascan la superficie del problema, congelando el salario de la planta política y devolviendo el vergonzoso aumento que antes aceptaron sus diputades. Por su parte, Quintriqueo busca recuperar la iniciativa, convocando a un paro para este jueves, apretado por una importante merma de su poder dentro de ATE. La lucha de les trabajadores de salud continúa, se profundiza y comienza a extenderse, como lo indican los cortes que empiezan a sumarse en Río Negro, que también se encuentra en conflicto por el recorte salarial que impulsa el gobierno de Arabela Carreras. 

Hay plata, hay urgencia para poner en condiciones el sistema de salud y hay una tremenda necesidad de que les trabajadores de la salud realicen su actividad en condiciones dignas. La sociedad neuquina lo sabe y por eso ponemos todo para que les elefantes de salud ganen. ¡La lucha de salud es de todes les trabajadores! ¡Si gana salud, ganamos todes!

Fotografía: Flor Salto