¡Fuera las manos imperialistas de Cuba!

¡Que el pueblo trabajador cubano marque su camino!

Las protestas callejeras de este fin de semana han tenido en común las quejas ante la carestía de la vida (escasez de ciertos medicamentos, cortes de luz, aumento del precio de los alimentos y baja en general en la actividad económica). Pero aquí acaban los ejes aglutinantes. Es importante diferenciar las genuinas demandas de un pueblo hambreado por el bloqueo del imperialismo yanqui y la concurrente complicidad de la comunidad internacional (más acuciante aún en el contexto de la crisis mundial desencadenada por la pandemia del COVID 19), de las agitaciones promovidas por esa misma injerencia imperial que sólo procura volver a someter al pueblo cubano a los designios del capitalismo yanqui.

Los reclamos de libertad y democracia, si bien se formulan ambos “contra la burocracia”, se refieren en realidad a aspectos prácticamente contrapuestos. ¿Qué significa la libertad y la democracia en relación con quién maneja un resorte clave de la sociedad como lo es la inversión? Sabemos que hay sectores internos que apuestan a una remercantilización de lo social, bajo el comando de un retorno de la burguesía cubana residente en Miami y más aún por el capital financiero yanqui. Para estos sectores la libertad consiste en que el poder sobre la inversión se encuentre en sus manos exclusivas. Y la democracia se limita a que los representantes en el gobierno de turno les protejan esa exclusividad.

En cambio, existen otros sectores que defienden las conquistas revolucionarias y el avance de las mismas hacia el socialismo, promueven formas colectivas democráticas para controlar y gestionar la inversión pública en todos los campos de la vida y demandan un protagonismo popular que en términos estructurales refuerce el devenir revolucionario de lo conquistado por la resistencia heroica del pueblo cubano. En este sentido, el Partido Comunista Cubano y el Estado en general tienen el desafío de no hacer oídos sordos a esas genuinas demandas populares y separarlas de aquellos esfuerzos encaminados por la mano imperial. Desde nuestra perspectiva saludamos las iniciativas que desde el propio pueblo trabajador apuestan por una democratización de la vida política en Cuba con una orientación bien distinta de la democracia burguesa que pregonan las mismas potencias imperialistas que someten a los pueblos y a la clase trabajadora en cada rincón del mundo donde ello sea posible, embanderados en falsas consignas de Libertad y Democracia. Entendemos importante para el propio fortalecimiento de la Revolución que el PCC encamine las concesiones necesarias, no hacia la “libertad empresarial”, sino a aquella libertad por la que los pueblos en lucha han entregado sus vidas: la de la democracia de los consejos, la construida desde las asambleas de base, la socialización de la toma de decisiones en los ámbitos de trabajo y estudio. Es esta la democracia con contenido emancipatorio por la que apostamos en este y en todos los territorios donde los pueblos se deciden a luchar hasta vencer.  

Al día de hoy el PCC ha fortalecido un estado cubano antiimperialista con un importante apoyo popular. En este camino ha centralizado importantes energías populares con grandes logros en salud, educación y otros campos. Por caso, en el actual contexto, ha logrado producir la primera vacuna latinoamericana contra el COVID 19, avanzar en la vacunación de su población, y hasta ahora, mantener niveles de contagio bajos en comparación con otros países de la región. Al mismo tiempo, el PCC ha trabado mayormente las experiencias de protagonismo popular que se salieran de su control y lo desbordaran, lo que no excluye que existan cooperativas de producción, emprendimientos culturales e intelectuales y diversas formas de expresión incluso individuales que tienen su propio motor y no son censuradas. Por su parte, el reciente y relativo avance de relaciones económicas entre privados ha dado un pretexto más para el envalentonamiento de sectores con pretensiones contrarrevolucionarias, tanto desde fuera de la isla, como dentro de ella.  

En este marco, una tarea de las fuerzas socialistas continúa siendo impulsar un proceso de avance en la socialización efectivamente democrática de las fuerzas sociales, de todos los medios de poder, para lo cual las masas populares tienen que contar con la confianza en sus propias fuerzas. Pero debemos señalar que una condición central para ese avance es también que el imperialismo yanqui y la burguesía cubana no retomen el poder en la isla.

Por lo tanto, las propuestas y vías de acción para esa socialización deben hacerse sin perder de vista la necesidad de disponerse a la unidad de acción popular antiimperialista en todo momento. Cuando este domingo el presidente Díaz-Canel distinguió que en las protestas había agentes contrarrevolucionarios a quienes se debía combatir y también personas revolucionarias que sí reclamaban argumentaciones y con quienes sí se podía debatir, allí se abría una ventana para un intercambio limpio que debieran resolver las masas populares a su impulso. Ello requiere de una impostergable mayor apertura del PCC, de una gran sensibilidad de les socialistas ante los reclamos populares y sobre todo ante las masas mismas.

Para marchar en este sentido es indispensable un entendimiento en el que el gobierno libere a todes les preses revolucionaries, así como la disposición de estes de no coincidir en movilizaciones dirigidas por los contrarrevolucionarios.

A nivel global, toca a los pueblos en lucha que nos solidarizamos históricamente con el pueblo cubano y su revolución, redoblar nuestros mejores esfuerzos en pos de ejercer la presión necesaria para que la comunidad internacional ponga el foco en terminar con el bloqueo criminal yanqui. Es una tarea urgente actuar en ese sentido para que esta crisis logre poner sobre la mesa en todas las instancias internacionales posibles la imperiosa necesidad de acabar con el bloqueo genocida sobre Cuba que ahoga todo esfuerzo por vivir dignamente como su heroico pueblo se merece. ¡Nos toca levantarnos en solidaridad y abrazar de convicción revolucionaria al pueblo cubano!

¡ABAJO EL BLOQUEO GENOCIDA E IMPERIALISTA SOBRE CUBA!

¡TODA LA SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO CUBANO Y CON SU REVOLUCIÓN!

¡POR EL PROTAGONISMO DE LOS PUEBLOS EN LUCHA!