Este domingo los pueblos de Chile enfrentan una segunda vuelta electoral marcada por el triunfo de la ultraderecha en primera vuelta. Hacemos un llamado a frenar la avanzada pinochetista a través de un apoyo al candidato Gabriel Boric, con la necesidad urgente de profundizar el proceso transformador que se inició en octubre de 2019.
Las demandas que marcaron esas jornadas -como el fin de sistema de AFP; la plurinacionalidad; aborto libre y gratuito; educación y salud pública y de calidad, entre otras- son parte de un horizonte abiertamente antineoliberal expresado de manera mayoritaria en las calles de todo Chile. Si bien ese proceso fue frenado por el “acuerdo por la de paz y la nueva constitución” de noviembre de ese año y luego la pandemia, nos parece necesario retomar esas banderas para avanzar en un desborde del proceso constituyente institucionalizado, a la vez que permita barrer con el avance de la derecha pinochetista.
La candidatura de Jose Kast y su Frente Social Cristiano, reúne a las rémoras nostálgicas de la Dictadura. Son parte de una reacción a las revueltas populares vividas en los últimos años, que junta restos del pinochetismo con ultra liberales, cristianos conservadores, terratenientes y sectores fascistas. Esto ha propiciado un recrudecimiento de la violencia hacia las identidades feminizadas y racializadas, así como las disidencias que nos enfrentamos a un escenario de abierta violencia en un contexto de ascenso de estos discursos a nivel global.
Dichos discursos se presentan como novedosos pero en la práctica nos retrotraen a las épocas más oscuras de las dictaduras cívico-militares del continente. Reconocemos en esos procesos nuestras propias derrotas. Pero de la misma manera reconocemos también la activa capacidad de lucha de los pueblos en Chile, que en esta disputa con la ultra derecha se están jugando su propia existencia. Es por eso que llamamos a apoyar al candidato Gabriel Boric de la alianza Apruebo Dignidad para esta segunda vuelta electoral.
Al mismo tiempo es necesario marcar lo limitadas que fueron las experiencias de gobiernos progresistas en América Latina, y el propio oportunismo político que han tenido algunos sectores del Frente Amplio chileno en contextos como el de 2019. Las jornadas de octubre ocurrieron justamente por el fracaso de la política socialdemócrata expresada en las casi tres décadas de gobiernos de la Concertación. La suma de los apoyos de ex presidentes como Ricardo Lagos y Michelle Bachelet son necesarios para frenar el avance pinochetista pero de ninguna manera pueden marcar el rumbo de un nuevo gobierno. El neoliberalismo de la dictadura, la derecha y la Concertación debe ser superado con un horizonte anticapitalista que permita asegurar las conquistas que los pueblos de Chile han logrado en la última década.
El día lunes nos encontrará en las calles argentinas recordando los 20 años del 2001. Sabemos que del otro lado de la cordillera miles de hermanes seguirán también en las calles el día despues de las urnas, exigiendo libertad y justicia por lxs presxs de la revuelta; luchando por el territorio mapuche; manteniendo encendida la llama feminista en contra del capitalismo y el patriarcado; construyendo una salud colectiva e intercultural; defendiendo y profundizando el proceso constituyente. Para que todo eso ocurra a partir del 20 de diciembre chileno, necesitamos un 19 de diciembre con las urnas desbordadas de alegría, solidaridad y rabia antifascista, que mantenga prendida la llama de nuestramérica en pie de lucha por un mundo socialista y feminista.