Entre incendios e intereses foráneos

En estos momentos hay cuatro incendios activos en el país: una catástrofe que se viene repitiendo en los últimos veranos y que en apenas 23 años arrasó con alrededor de 177.500 hectáreas cordilleranas en un área que abarca desde el centro de la provincia del Neuquén al centro de Chubut.

Incendio en el Nahuel Huapi

En estos momentos hay cuatro incendios activos en el país:

-Parque Nacional los Alerces (Chubut)

-Parque Nacional Lago Nahuel Huapí (Rio Negro)

-Olta (La Rioja)

-Parque Nacional Río Pílcomayo (Formosa)

Una catástrofe que se viene repitiendo en los últimos veranos y que en apenas 23 años arrasó con alrededor de 177.500 hectáreas cordilleranas en un área que abarca desde el centro de la provincia del Neuquén al centro de Chubut.

En menos de dos semanas el fuego en Los Alerces avanzó sobre 7600 hectáreas de uno de los bosques y ecosistemas más antiguos con los que el planeta cuenta.

En el contexto actual de debate del DNU y el Proyecto de Ley Ómnibus, entre sospechas de la intencionalidad, destacamos la presencia de intereses empresariales que nos llevan a preguntarnos cuáles son los sectores que se benefician con la quema de tierras en estas regiones.

En la vorágine de información vemos como vuelven a aflorar los discursos de odio, en este caso provenientes del actual gobernador de la provincia de Chubut Ignacio Torres, que sin prueba alguna acusa a miembros del pueblo mapuche de iniciar los incendios. En el mismo movimiento, el mandatario omite mencionar los apellidos que en estos últimos años resuenan en proyectos económicos en la región. 

El más conocido quizás es el del magnate británico Joe Lewis, usurpador de 12.000 hectáreas en Lago Escondido, que una vez más reaparece en escena con dos proyectos hidroeléctricos en la región incendiada: “Baglit” (a 40 km de Trevelin) y “Alerces” (dentro del Parque Nacional). Los dos proyectos fueron licitados durante el gobierno de Alberto Fernandez y quedaron en manos del Grupo Hidden Lake S.A. propiedad de Lewis. El vínculo entre incendios y actividad económica podemos verla claramente en la concesión a este grupo del canal Laguna Larga para la construcción y entubación de un canal y turbina hidroeléctrica en apenas unos meses posteriores al incendio de enero del 2023. 

Uno de los actuales focos, que se inició un día después del paro nacional del 24 de enero, no solo es alimentado por el viento y la escasez de lluvia propia de esta época sino por la serie de medidas desfavorables del gobierno entrante. 

Al despido de 246 trabajadores de Parques Nacionales a través del DNU se le continuó la serie de modificaciones y desregulaciones de leyes vitales para la conservación de estos bosques, que traía el espíritu del proyecto de Ley Ómnibus, que si bien no se pudieron formalizar por la enorme lucha callejera y política, deja ver cuales son las intenciones de este gobierno frente a este desastre ambiental. Entre las reformas más sustanciales se encuentran:

-Ley de Quema: la modificación plantea que si el solicitante para quema de tierra no recibe una respuesta formal, por parte de la autoridad de aplicación estatal en 30 días, la solicitud queda aprobada.

-Ley de Bosques: deja sin efecto el “Fondo Nacional para la Preservación de los Bosques Nativos” que se conformaba con partidas surgidas de las retenciones al agronegocio.

-Ley del Manejo del Fuego: se deroga la norma que prohíbe por 60 años la utilización con fines comerciales de humedales y bosques nativos quemados.

-Ley de Tierras: se deja sin efecto el límite de 1000 hectáreas para que sean propiedad de un no residente.

-Ley de Glaciares: se quita el presupuesto mínimo para su protección y la prohibición para actividades mineras sobre zonas glaciares y periglaciares.

El DNU y el Proyecto de Ley Ómnibus vienen a “poner en blanco” una serie de ataques extractivistas puestos en escena en los últimos gobiernos. Los medios hegemónicos ponen en el banquillo de los acusados a los pueblos originarios, al movimiento piquetero y a les trabajadores estatales pero omiten a aquellos apellidos detrás de las grandes firmas beneficiadas con la quema de tierras. Se fomenta de esta forma la apropiación desproporcionada de tierras, el saqueo de nuestros recursos y la configuración de nuestros territorios como zonas de sacrificios para el beneficio de unos pocos. 

Bosques ancestrales, glaciares, valles y reservas acuíferas se encuentran comprometidas. Protegerlas es de NECESIDAD y URGENCIA no solo para nuestros territorios si no para nuestra salud y calidad de vida.

TIERRA PARA VIVIR!!!. NO PARA EL INTERÉS CAPITALISTA.